La campaña de limpieza que efectuaron la Municipalidad de San José, voluntarios e instituciones participantes con motivo del Día del Ambiente, arrojó un detalle que llamó la atención.
Se encontraron cientos de colillas de cigarros en los alrededores del parque de Zapote. Un hallazgo que también realizan los barrenderos de la Municipalidad de San José, en nuestras calles, avenidas y barrios cada día.
Una colilla es lo que queda de un cigarrillo consumido. Contiene restos de tabaco y puede contener el filtro. En las colillas aún puede quedar el tabaco. Normalmente las que se tiran al piso suelen estar encendidas y eso también puede provocar un incendio.
El filtro de los cigarrillos es de acetato de celulosa, el elemento de más rápida evaporación del cigarrillo. La combinación de componentes de la colilla hace que su tiempo de degradación oscile entre uno y diez años.

El humo de tabaco tiene más de 7000 sustancias tóxicas que constantemente son liberadas al aire que todos respiramos incluyendo monóxido de carbono.
La combustión también produce dióxido de carbono (producción mundial de 225.000 toneladas/año) contribuyendo al aumento del efecto invernadero.
A menos que se tomen medidas urgentes, el tabaco habrá matado a 10 millones de personas por año, según la Organización Mundial de la Salud.
El dato lo suministra la Red Nacional Antitabaco de Costa Rica, RENATA, red interinstitucional que contribuye con la salud de los habitantes de Costa Rica, gestionando acciones para la reducción del consumo de tabaco y la exposición al humo del mismo.
El objetivo de RENATA es propiciar espacios en la sociedad civil e instituciones públicas y privadas, para lograr la efectiva implementación de la Ley General de Control del Tabaco y sus efectos nocivos en la salud N° 9028 y sus reglamentos.
Parte de esos esfuerzos se materializan con el patrocinio de actividades como los Domingos Familiares sin Humo, que se realizan en la época de verano en el Paseo Colón.
Su impacto en el ambiente

Según información de diversos estudios, 4.5 mil millones de colillas se desechan al año en el planeta, afectando así y de manera muy importante los ecosistemas, tanto en la tierra como en los mares.
Los efectos de las colillas de cigarrillos se están encargando no solo de atacar en una primera fase distintos órganos en el cuerpo de las personas, sino de afectar diferentes espacios de la naturaleza cuando se han convertido en desperdicios», señaló Greenpeace en un comunicado.
Por si fuera poco, las colillas de cigarrillos son una de las principales causas de incendios forestales en el mundo. «Mezclas de cadmio, arsénico, alquitrán o tolueno, el efecto contaminante de las colillas en el medio ambiente puede ir de 7 a 12 años, aunque algunos autores dicen que sus consecuencias pueden durar hasta 25 años.
Además, en contacto con el agua son especialmente dañinas, puesto que cada colilla tiene el potencial para contaminar unos 50 litros de agua dulce», señaló Greenpeace.
Por otra parte, The Ocean Conservancy ha patrocinado una limpieza de playas todos los años desde 1986. Durante 32 años consecutivos, las colillas de cigarrillos han sido el artículo más recolectado en las playas del mundo, con un total de más de 60 millones recolectados durante ese tiempo.
Eso equivale a alrededor de un tercio de todos los artículos recogidos, aún más que los envoltorios de plástico, contenedores, tapas de botellas y botellas, combinados.
Existe una posible solución al problema que representan las colillas: el diseño y producción de colillas biodegradables. Mientras llega ese momento, tal vez usted pueda hacer el esfuerzo por dejar de fumar, por su salud y por el medio ambiente.