DIARIO DE SAN JOSÉ
Municipalidad de San José rindió homenaje al 80 aniversario del Código de Trabajo

Esta mañana se llevó a cabo en el Auditorio Nacional del Museo de los Niños, el acto de conmemoración del 80 aniversario del Código de Trabajo.
La actividad se realizó en procura de rendir un homenaje formal, desde la Municipalidad de San José, como gobierno local de la capital de la República, tanto al Código de Trabajo, como a las garantías sociales y a la memoria de los fundadores de la Costa Rica moderna, invitando a la ciudadanía, así como a sus representantes políticos, a la reflexión y a la concordia, desde el respeto a toda ideología, visión de mundo o forma de pensamiento.
La Alcaldesa a.i. de San José, Paula Vargas Ramírez, pronunció: “Aquel Código de Trabajo, que reunió y sistematizó una serie de derechos, libertades y garantías laborales para las y los costarricenses, fue un paso determinante, junto a la creación de instituciones como la Caja Costarricense de Seguro Social y la Universidad de Costa Rica, en la construcción de un nuevo modelo de sociedad en este país, de modo que se pudo evolucionar, principalmente de forma pacífica, desde el sistema liberal decimonónico, hacia un nuevo paradigma de Estado social y democrático de derecho, solidario y del bienestar, que quedó consagrado en 1949 con la fundación de la Segunda República.”
Por su parte, el expresidente de la República, Rafael Ángel Calderón Fournier indicó: «Nuestro Código de Trabajo nace de la necesidad de dar a los trabajadores la garantía legal que sus derechos serán respetados y sus obligaciones reguladas, de acuerdo con los principios cristianos de Justicia Social. El Código de Trabajo es uno de los pilares sobre los que descansa la Gran Reforma Social de los años 40 que sentó las bases de la paz social de esta nación. Este ordenamiento jurídico laboral fijó las regulaciones que pusieron fin a los abusos en contra de hombres, mujeres y niños para dar paso a la protección, tutela y mejora de las condiciones de los trabajadores. A mi juicio, la historia de Costa Rica se divide en un antes y un después de la Gran Reforma Social de la cual el Código de Trabajo es parte.»
El contexto del Código de Trabajo:
Hace 80 años, el 27 de agosto de 1943, en un momento trascendental para la historia de Costa Rica, el entonces Presidente de la República, doctor Rafael Ángel Calderón Guardia, rubricó tanto el Código de Trabajo, como el capítulo de Garantías Sociales, aprobados previamente por el Poder Legislativo, un hito que puso a Costa Rica en la vanguardia, no sólo a escala latinoamericana, sino mundial, en el reconocimiento de los derechos que hoy son inherentes a todas y todos los trabajadores.
Aquel hito democrático, fue la culminación exitosa de las luchas obreras, campesinas y artesanas, que marcaron indeleblemente el devenir de la política costarricense desde finales del siglo XIX y hasta mediados del siglo XX.
Esta legislación, pionera para los estándares de la época, también fue posible gracias a una inédita alianza, en beneficio de los intereses de la clase obrera, que reunió lo mejor del pensamiento Social Cristiano, representado en la figura del presidente Calderón Guardia, con la doctrina social de la Iglesia, impulsada por monseñor Víctor Manuel Sanabria Martínez, y las reivindicaciones obreras del partido comunista, defendidas por Manuel Mora Valverde.
Ese pacto sui generis, amparado en la lucha de aquel momento contra la amenaza nazi-fascista que tenía en vilo al planeta entero, sólo es comprensible a partir de los valores cívicos, éticos y democráticos, vinculados con el diálogo, la concertación y la resolución pacífica de las diferencias, que es parte esencial de la identidad y la idiosincrasia que definió y define las mejores herencias, tradiciones y costumbres del pueblo costarricense.
No es posible omitir, que aquella profunda transformación, se hizo en un contexto internacional hostil, lleno de incertidumbre y de miedo, por causa de la II Guerra Mundial, coyuntura que hace que ese esfuerzo extraordinario de concertación, bajo el liderazgo del doctor Calderón Guardia, tenga un valor enorme para el acervo de la cultura política costarricense.
Precisamente, hoy que un nuevo conflicto bélico se cierne sobre Europa, que la humanidad acaba de superar la peor pandemia de la historia reciente y que las nuevas tecnologías de la información y de las comunicaciones han creado nuevos modelos de trabajo, es indispensable que reivindiquemos aquel legado de las transformaciones de la década de los cuarenta.
Nunca tanto como ahora, Costa Rica requiere de aquel espíritu de concordia, para lograr acuerdos mínimos, en procura de proyectar hacia el futuro una sociedad que vuelva a estar fundamentado en la justicia social, en los derechos humanos, en la paz, en la libertad y en la democracia.
Si Costa Rica logró grandes progresos en períodos determinantes de su historia, como en los años cuarenta, demuestra que, con voluntad de diálogo y visión de futuro, podemos hacer los cambios que sean convenientes, para que nuestro país siga siendo, a escala internacional, un ejemplo de solidaridad, justicia social, protección del patrimonio ecológico, paz, libertad y democracia.
Manuel Arias Monge
Comunicación Institucional